Como os he dicho antes, la natación no es un deporte fácil ni mucho menos. No os digo que yo sea la persona que lo ha pasado peor en este deporte ni mucho menos, pero si he tenido malas experiencias, muchas de estas causadas por la técnica. Desde hace un tiempo no bajo mis tiempos, y se que esto pasa, pero ver que tus rivales mejoran y tu te quedas parada, es un poco frustrante, o que tu entrenador esté harto de explicarte de cómo tienes que hacer la técnica y tú no seas capaz de hacerla. Pero sin duda tuviera que elegir lo peor que me ha pasado, sería lo que me sucedió en mi Campeonato de Andalucía de invierno que se celebró en Málaga. Nadé el 200 braza, dónde iba segunda. Nadé la preliminar, no me hice mal tiempo para no ser la final, mi entrenador me preguntó que si lo había dado todo, yo le dije que no, pero en el fondo yo sabía que sí... Me había conseguido meter segunda en la final. Por la tarde empecé a darle vueltas a la cabeza, de que como iba a aguantar la prueba, y acabé yendo llorando a la prueba, me tiré, nadé a tope, por fin toqué la pared, miré a la pantalla con los tiempos, y busqué donde ponía la calle 5, en la que yo iba. No podía creerlo, ponía que había quedado en el 4º puesto, era imposible, me salí del agua aún sin creerlo, por el camino a las gradas la gente me venía y decía "No pasa nada Laura", "Tranquila esas cosas pasan" el mundo se me venía abajo. Entonces vi a mi entrenador, las lágrimas se me saltaron enseguida, me dijo todo lo que había hecho mal, yo no podía dejar de llorar, quería irme de allí y estar sola... Pero me di cuenta de que en cada prueba siempre hay un 4º puesto y que las cosas hay que superarlas, y que pasar página y ponerse nuevas metas y por eso ahora estoy intentando entrenar lo mejor posible, para volver a poder subirme al podium en los Campeonatos de Andalucía de verano.
"Caerse al suelo no es malo, pero encariñarse a él sí."
No hay comentarios:
Publicar un comentario